Antonio Caro
Texto escrito sobre Antonio Caro en el marco del MDE07.
Año: 2007
Las prácticas artísticas de Antonio Caro han opuesto resistencia a los principios culturales y políticos del colonialismo, y los han desafiado. Para lograr esto, el artista ha revisado las construcciones sociales que sostienen la idea hegemónica de realidad y ha replanteado el lugar que el arte ocupa dentro ellas. El conjunto de obras que Caro presentó dentro del evento MDE07 es un claro ejemplo de la manera como su trabajo suscita, entre los espectadores, diversos tipos y niveles de respuestas a los señalamientos específicos que el artista hace en su obra.
El Homenaje a Manuel Quintín Lame (importante —y a la vez desconocido— líder indígena colombiano de comienzos del siglo XX) consiste en la realización de una copia de su firma en achiote. La firma de Quintín Lame remite a dos sistemas de representación cultural a la vez: la escritura occidental y la grafía indígena. Ambos activan la historia de Manuel Quintín Lame, quien trabajó incesantemente durante toda su vida en búsqueda del reconocimiento de los derechos culturales y políticos de su comunidad. Aunque actuó por medios pacíficos y desde los marcos legales, pasó la mayor parte de su vida en la cárcel. Cada vez que Caro realiza esta firma en un lugar particular, a manera de una “pintura in situ”, actualiza simbólicamente la presencia existencial de Quintín Lame y nos permite recordar lo que esconde su ausencia de los relatos históricos oficiales.
Como consecuencia de este proyecto podría entenderse su obra Matas de maíz, pues éstas se han convertido en emblemas de la diferencia cultural, por los diversos usos sociales que esta planta ha tenido en América. En una ubicación cercana estaría el Proyecto 500, que funcionó como una contra representación de la celebración del quinto centenario del “descubrimiento” de América. Cinco años antes de la fecha oficial de esta inquietante conmemoración, Caro comenzó en Medellín a realizar una serie de charlas en donde relataba diferentes acontecimientos y proponía acciones simbólicas en la vida diaria que resistieran los efectos coloniales. El número 500 llegó a convertirse en emblema del proyecto. Aquí no cabe el arte es una obra que cuestiona la relevancia cultural y política de las prácticas hegemónicas del arte y sustituye el lugar simbólico que éstas ocupan por el señalamiento a las muertes de estudiantes e indígenas como efecto del terrorismo de Estado.
El trabajo de Antonio Caro circula por distintos canales para activar o movilizar sus enunciados según contextos específicos. Por ese motivo una misma obra se produce, o a veces se reproduce, para cada una de sus inscripciones públicas, mediante procedimientos similares aunque no idénticos. Recientemente el artista ha implementado un principio que él mismo denomina “reposición”, que consiste en volver a producir y a poner en circulación obras asociadas a una dimensión objetual fija. Tal es el caso de sus actuales versiones de Colombia-Coca-cola, donde se cruza la tipografía de una marca comercial multinacional con el emblema de identificación de nuestro país, con el fin de generar preguntas acerca de la soberanía y el poder.
Junto a los efectos culturales y políticos de las obras hasta aquí referidas, es importante considerar las reflexiones de Caro sobre los aspectos económicos, siempre en relación con representaciones culturales, como su icónico trabajo Todo está muy caro, que cambia el sentido de su apellido al asociarlo con el costo de la vida. En Su salud está por el suelo parecen sintetizarse muchas de las preocupaciones que han orientado distintos trabajos a lo largo de su carrera. Algo similar ocurre con su trabajo Achiote. Estas obras insisten en una pertinencia local, reforzada por su localización característica en el espacio expositivo. Asimismo, evidencian prácticas de resistencia cultural que se asocian a saberes ancestrales.
En proyectos como Malparidos y Dosis personal la presencia objetual es mucho más discreta, al punto que su carácter museal es mínimo. Básicamente, estas obras movilizan posiciones y opiniones que desbordan el mundo del arte, intentando emerger realmente por la respuesta cultural de quienes tengan contacto con ellas.
Jaime Cerón