Arteria para mí… (en pocas palabras)


Publicado en: Arteria. no. 24.
Año: 2010

Cuando conocí la idea de realizar un proyecto como el periódico Arteria, me pareció que podría funcionar como un espacio de circulación de los discursos sobre el arte que se emiten desde Colombia, complementando las plataformas de discusión que habían venido implementándose dentro de la red, desde mediados de los noventa, y que oxigenaron muchos debates en torno al arte sobre todo en sus primeros años. Arteria se proponía como un medio independiente de circulación gratuita, que es un enorme desafío.  

La idea de independencia, dentro de cualquier proyecto cultural, se ve siempre inscrita dentro de una dimensión enteramente paradójica, porque evidentemente de algún lugar debe provenir la financiación y si es desde el estado, se pensará que se vuelve “oficial” dicho medio y si es desde la sociedad civil, se dirá que se vuelve comercial. Artería tomó el difícil segundo camino, que es un acto de fe desde diferentes puntos de vista, porque implicaba confiar en que los actores del campo artístico y cultural, -que desarrollan proyectos e iniciativas -se interesarán en pautar, seducidos por la posibilidad de que el ambicioso plan de distribución del periódico llegará a los públicos de su interés.  Este acto de fe, me generaba algo de aprehensión, porque gestionar cada número debía ser (y de hecho ha sido) un ejercicio arduo, extenuante e incierto. Pero evidente las posibilidades que abría su circulación dentro del campo del arte, eran tantas y tan diversas que merecía (y ha merecido) el esfuerzo.

Cuando Nelly Peñaranda me invitó a hacer parte del comité editorial, me pareció que era un entero privilegio, pero además entendí que por la proximidad entre la labor editorial y la curaduría, existía una fuerte responsabilidad en el ejercicio de esa tarea.  Los miembros del equipo editorial, estuvimos tal vez muy presentes dentro de la realización del contenido del periódico, en los primeros números, pero afortunadamente con el paso del tiempo se fueron multiplicando las voces y los puntos de vista en su interior, acerándolo más a las expectativas que yo tenía al respecto, en el inicio.  Por ese motivo ahora somos más bien parte del amplio equipo de colaboradores con los que cuenta Arteria.

Me ha resultado muy estimulante que se hayan ido abriendo espacios en el periódico,para movilizar debates en torno a la actividad artística de las diferentes regiones del país, así como encontrar los puentes que se han armado con los campos del arte de otros países.  Creo que un desafío constante para Arteria es mantenerse como un medio relevante para enterarse de las cuestiones cruciales dentro del campo artístico, revisando el papel de las instituciones, los certámenes y sus actores sociales.


Jaime Cerón