Entrevista a Javier Peñafiel
Publicado en: 28a Bienal de Sao Paulo “Em vivo contato”
Año: 2008
Jaime Ceron: Hablemos del papel del dibujo dentro del proyecto “Vivir entre líneas” así como dentro de tu trabajo en general.
Javier Peñafiel: "Vivir entre líneas", es un intento de realizar videos para dibujos y locutor. El dibujo es parte de un impulso de restituir oralidad, de confiar nuevamente en la escucha como aquello que seduce y afecta. Me gusta pensar que escribo como si dibujara y que dibujo escuchando. Pensar que los dibujos son polifónicos tiene una bonita ironía porque un artista imita la voz de cualquiera.
Realicé un grupo de dibujos, producto de seis meses en Lisboa. Su punto de partida era que la ciencia melancólica no está bien traducida. Los titulé “Dibujos para un test de conversación” porque deseo que sean completados por el otro (público o espectador o antagonista). No me interesa dibujar como un método aislado, es decir dibujar por y para el dibujo, por esa razón, la suma de dibujos me parece un buen escenario para la comunidad. En los últimos vídeos y conferencias dramatizadas siempre aparece en el fondo, proyectada, una animación que permite hablar sobre los dibujos en una fiesta de empatías.
J.C.:¿Cómo se relacionan las conferencias dramatizadas, con el dibujo, la oralidad y la polifonía?
J.P.: Utilizo el formato de una conferencia dramatizada cuando es necesario presentar una experiencia con la que es casi imposible hacer una exposición. No me gusta presentar un libro fotográficamente, de modo que he realizado: "Mera coincidencia" (2007). Por razones similares lleve a caco "Agencia de intervención en la sentimentalidad” (1998) o "Escritorio, archivo sonoro" (2001). Se trataba en todos estos casos de poner en escena procesos deliberadamente lentos de trabajo, que para mi tienen que ver más con el hecho editorial que con la teatralidad; y que se identificarían como una mezcla de locuciones poéticas y ejercicios de resemantización de sucesos reales.
J.C.:Volviendo un poco atrás, si "un artista imita la voz de cualquiera", ¿que acto desempeña el espectador, cuando entra en conversación?
J.P.:Manuel Olveira lo llama actor autor y Chus Martínez, una alteración constante de los parámetros de actuación. La frase “Un artista imita la voz de cualquiera” pretende decir que la actividad artística es extremadamente porosa y al mismo tiempo contiene una fuerte ironía sobre el melodrama de autor. Que los espectadores completen los dibujos es un deseo, sólo es confiar y comprobarlo. Y si, sucede de veras.
J.C.: Muchos artistas han necesitado concebir exhibiciones en lugar de piezas singulares. La realización de las conferencias dramatizadas, ¿sería el equivalente de esto para un artista que produzca publicaciones o libros, como piezas? Si estas "puestas en escena editoriales" funcionan como una plataforma de circulación alterna a la exhibición, ¿llevan implícito un cuestionamiento a ese formato?
J.P.: Para mi es muy importante tener claro cuando trabajo, que actúo como un editor (en mera coincidencia decidí presentarme como anfitrión) y no como un director. Editar escenas me importa más y tomar en cuenta las posibilidades de los numerosos dispositivos editoriales digitales o no, desde un blog a un bloc, considerar el trabajo con un pdf, establecer intercambios con el diseñador, conversar con el curador y la institución que recibe el proyecto; todo eso hace que la textura de mis preocupaciones sea más editable que escenificada. En ese sentido tienes razón al establecer el paralelismo con un concepto de exhibición ampliada, es cierto. En cuanto a tu pregunta, es cierto que tengo una decepción respecto al modo exhibición, lo que no tengo muy claro es como definir bien esa decepción. Volviendo a Chus Martinez, ella dice que mi trabajo es como un story board de mis preocupaciones, solo que en vez de seguir un orden lineal, las escenas aparecen sin orden aparente. Pienso como muchos que la exhibición-exposición debe ser ampliada (como crítica) por un proceso de edición anterior a ella y si es posible también posterior y deseablemente autónomo. Todo esto está muy presente en el trabajo que produzco en Sao Paulo. Una exposición tiene un tiempo muerto, de perfil necrófilo que resulta bastante anacrónico respecto a los tiempos tan alterados de la actividad artística en su proliferación de metodologías, productibilidad, destinatarios, etc.
J.P.: ¿Habría alguna tipificación posible para el tiempo que involucra "Vivir entre líneas"?
“Vivir entre líneas” esta involucrado, esa es la palabra exacta, con los tiempos entre espacios y ciudadanos y sus transformaciones. En la agenda que estoy preparando estos días en Sao Paulo he decidido calsificar los días por tipos: día plural, día propio, día común, día impropio y día similar, aplicando una especie de ficción-ilusión (tipológica).