Fotografía alemana en la Casa Republicana



Publicado en: Arteria.
Año: 2007

La exhibición, Más de lo que los ojos pueden ver, curada a partir de la colección del Deustche Bank, reúne un conjunto de imágenes esclarecedoras de los rumbos que han seguido las prácticas fotográficas después del conceptualismo en Alemania. Los residuos objetuales de una buena parte del arte conceptual, fueron fotografías, que por esa misma condición se alejaron de las pretensiones y formalismos de las imágenes fotográficas que solían producirse dentro del campo del arte. A finales de la década del setenta, los artitas apropiacionistas, en Estados Unidos, como Cindy Sherman o Sherrie Levine, aprovecharon estos nuevos usos sociales de la fotográfía para indagar en las construcciones políticas de las representaciones fotográficas.

Un primer acercamiento a esta muestra deja ver como las obras abordan la mismas cuestiones que muchas otras fotografías, dentro y fuera de Alemania, han propuesto desde que este medio hizo su aparición. Se diría, por lo tanto, que las imágenes resultantes nos muestran aproximaciones diversas a los mismos objetos, sujetos y lugares, que pueblan lo que consideramos la realidad.  Sin embargo, una mirada más atenta nos deja ver la manera como las distintas obras se acercan a estos hechos con el interés de movilizar públicamente problemas de otro orden.

Uno los rasgos más característicos de las obras reunidas, es su interés por configurar una situación espacial, articulada a los rasgos físicos de la arquitectura que les sirve de límite. Para lograrlo, recurren a estrategias tales como la expansión de la escala de las imágenes hasta hacerlas casi coincidentes con el tamaño de los muros que las sostienen o la concatenación de varias piezas para conformar una sola obra.

Estos rasgos que acabo de señalar desencadenan una transformación en la experiencia del tiempo que proponen las obras, que nada tiene que ver con la supuesta instantaneidad o atemporalidad de la "fotografía artística" en la modernidad. Cuando hay diferentes piezas en una sola obra, los intervalos que las articulan se leen como cuñas en el tiempo, que pueden generar un efecto narrativo dentro del conjunto, como ocurre con las obras de Jochen Grez, Sigmar Polke, Candida Hoeffer o los Becher entre otros, . En los casos de las imágenes de grandes dimensiones, la temporalidad que las gobierna parece ser la misma que la del espacio que las contiene, lo que las "instala" en el mundo de los espectadores, como ocurre con Win Wenders, Andreas Gursky o Tomas Ruff.

La frontalidad e inexpresividad constante en las distintas imágenes transfiere  a los espectadores la responsabilidad de generar identificaciones imaginarias sobre lo que muestran, para lo cual es útil el sentido narrativo o de temporalidad expandida que mencionaba anteriormente.

Aunque pensemos que gran parte de las obras se emparentan con el género documental de la "fotografía artística" moderna, las peculiares condiciones que acabamos de ver pronto nos disuaden de esa conexión por el fuerte efecto de artificialidad que producen.

Estas obras, en conjunto, apuntan a comprender la fotografía como una construcción cultural que suele registrar las concepciones, creencias y representaciones que llevan a pensar que algo es fotografiable con más precisión que aquello que se registra "dentro" de la imagen.


Jaime Cerón