Imágenes que suplantan cosas,
Humberto Junca en la Alianza Francesa del norte
Texto escrito para la exposición -Deshecho- en la Alianza Francesa sede Chicó en Bogotá:
Año: 2002
Deshecho es el título escogido para agrupar el conjunto de cinco obras que conforman
esta exposición, al parecer para evidenciar una búsqueda de relaciones entre el
arte y las formas de acceso a la cultura que tenemos que seguir para
integrarnos eficazmente a una sociedad.
De ahí que exista tal nivel de referencia al universo infantil,
particularmente el escolar, haciéndonos recordar todos los procesos a través de
los cuales llegamos a aprehender lo que es “el mundo real”.
Vivir en el mundo implica ocupar una
posición que alguien más ha definido para nosotros, de forma tal, que
terminamos ubicándonos en donde somos más productivos o eficaces para un
sistema en cuyo diseño no hemos influido. De ahí que todos los acontecimientos
humanos puedan leerse desde una acumulación histórica.
El arte es un concepto que se ha definido
lentamente a través de la historia como un sustituto de las vivencias
humanas. Como los signos en general, las
imágenes conducen a quien las perciben a una conexión más bien indirecta con
situaciones o hechos a los que hacen alusión.
Sin embargo, el arte no es una categoría neutra, sino que al contrario,
carga todo lo que analiza con valores de otro orden.
La idea de hacer un arte “expresivo”, que
surja de una posición “personal” y que se dirija al terreno emocional, no es
otra cosa que un efecto de esos sistemas de valor. Por esto es una opción
política, que tristemente, solo beneficiaría al orden social del cual
provinieron los valores que le harían pensar al artista (y por supuesto a su
público) que es algo “natural”.
Humberto Junca ha producido casi todo su
trabajo en contraposición a esas maneras “naturales” de producir imágenes, que
no ponen en cuestión los medios y principios que parecen “adecuados” para
producir arte. Sin embargo, con esto no
hago referencia únicamente a las viejas tradiciones. Desde hoy es, después de
treinta años de conceptualismo, se pueden identificar “modos” recurrentes en la
producción de proyectos artísticos que han tomado el lugar de las viejas
convenciones, anunciando su latente institucionalidad.
Jaime Cerón