Muro de contención de Adriana Castro


Texto sobre el proyecto de Adriana Castro desarrollado para el programa Nuevas propuestas 2003-2004 de la Alliance Française, Bogotá.

Año: 2003

Para Adriana Castro, la práctica artística se fundamenta en un ejercicio de tensiones. Tiene que ver con plantear sistemas de equilibrio o desequilibrio sobre las relaciones que se ponen en juego en una determinada obra. Muro de contención continúa con este tipo de preocupaciones que en obras anteriores se han manifestado en intervenciones transitorias que evidencian una situación circundante que solía coincidir con su trabajo en el ámbito de la ciudad.

En su nuevo proyecto, las connotaciones urbanas siguen latentes, aun cuando ahora aparezca un mayor interés por acentuar los rasgos paradójicos de las dimensiones privada y pública características de la experiencia de un lugar. Cuando entramos en contacto con cualquier tipo de situación espacial, circunscribimos sus condiciones abstractas –como la apertura, la estrechez o la elongación– a las capacidades de lectura que posee nuestro cuerpo. En este proceso son fundamentales los sentidos, los afectos, la memoria y la cognición, que actúan simultáneamente y de forma inconsciente para orientar nuestro recorrido y para sostener nuestra identificación con el lugar*.

Muro de contención propone desnudar el espacio en que se exhibe para incorporarlo como el epicentro de un recorrido que interconecte la sala de exposiciones con el jardín adyacente, a fin de crear una relación de mutua dependencia entre los conceptos de adentro y afuera. Los materiales utilizados para esta intervención son los mismos que se emplean para el aislamiento de las zonas de trabajo en las obras civiles en la ciudad: malla de polipropileno y “colombinas” de madera y concreto.

Es muy frecuente que en cualquier desplazamiento que realicemos por una urbe como Bogotá encontremos que se adelantan trabajos en el espacio público, como readecuación de parques, ampliación y mantenimiento de vías, o remodelación de fachadas, entre otros, que son emprendidos indistintamente por estamentos de carácter privado o público. Para separar las zonas de movilidad de las áreas de trabajo se instalan unos muros impertinentes, realizados en las mallas mencionadas, sostenidos por los pilares móviles que denominan “colombinas” y que recuerdan la lógica de trabajo de Christo Javachedd. Este artista búlgaro ha realizado célebres obras de intervención urbana que consisten en empaquetar, como si se tratara de unas mercancías, toda suerte de edificaciones, incorporándolas a la conciencia de los espectadores por el hecho ponerlas en ausencia. En otros casos, su trabajo ha consistido en intervenir lugares naturales, como lo hizo con su controvertida obra Running Fence** , que consistía en una especie de cerca plástica instalada a lo ancho de dos condados els Estado de California, en el territorio norteamericano, recordando la configuración de la Gran Muralla China.

El tipo de sustracción del dominio visual, presente en estos ejemplos mencionados, puede resultar de gran ayuda para aproximarse a Muro de contención, dado que busca tensiones las relaciones entre ver y no ver, ligadas, a través del intelecto, a la tradición artística occidental de la experiencia directa del cuerpo. En las mencionadas intervenciones urbanas, la altura promedio de las cercas e de 2,10 metros de altura, que supera claramente la estatura de cualquier ciudadano promedio, de manera que la presencia de estos elementos se asocia siempre a un halo de misterio que rodea aquello que ocultan. Se puede entonces pensar en una multiplicidad de razones este ocultamiento, que puede implicar seguridad para los transeúntes, preservación de las condiciones óptimas de trabajo de los obreros, o incluso la posibilidad de sorprender a los ciudadanos con los resultados obtenidos.

En la alianza Colombo Francesa, Adriana Castro plantea crear un recorrido entre el interior y el exterior del espacio, generando una interdependencia de los rasgos de uno y otro. Con este fin, la artista complementa la presencia d ellas mallas y “colombinas” que sirven de estructura a la instalación, con elementos sonoros y lumínicos que generan una situación contingente, la cual depende en cada momento de la tensión que se establezca entre cada componente de la obra y los espectadores.


Jaime Cerón


* Rosalind Krauss, la crítica y teórica norteamericana, en uno de sus ensayos más celebres y polémicos denominado La escultura en el campo expandido, intentando clarificar las condiciones lógicas imperantes en las prácticas artísticas después de la modernidad, acuñó la categoría de estructura axiomática para hacer referencia a las obras que involucran una transformación de la experiencia axiomática (es decir, dada) de la arquitectura. Muchos de los trabajos que denominamos comúnmente instalaciones o intervenciones de sitios específicos serían más comprensibles de acuerdo a los argumentos delineados por Krauss en este ensayo. Ver el mencionado ensayo en el libro La originalidad de la vanguardia y otros mitos. Alianza editorial, Madrid, 1996, pags. 289-303.

** El título de esta obra traduciría -Cerca en desplazamiento-; se terminó de montar en septiembre de 1976, pero por motivos de carácter ambiental permaneció completamente instalada durante tan sólo catorce días, tiempo después del cual comenzó a desmontarse paulatinamente. Su extensión total fue de 39,5 km de largo y comenzaba en Bodega Bay en el océano pacífico.