No más Mona Lisa:
historia forense del arte
Publicado en: Arcadia.
Año: 2011
Bajo el equívoco
subtítulo de “La verdadera historia del retrato más famoso del mundo”, Roberto
Zapperi, un experimentado historiador del arte, se da a la tarea de rastrear
las dudas que rondan la existencia de la más célebre pintura del renacimiento. El equívoco radica en que la tarea que hace
el autor no consiste en historiar la vida y milagros de “La Mona lisa”, sino en
una minuciosa pesquisa acerca de las aventuras y sinsabores del comitente del
cuadro, sin cuyo encargo esta pintura nunca hubiera llegado a ver la luz.
Zapperi revisa con
rigor forense el breve texto de Giorgio Vasari que ha servido de base de
interpretación de la mencionada pintura, para hacer notar su poca validez
documental. En su lugar, toma como pieza
de evidencia el diario de Antonio de Beatis, secretario del Cardenal Ferrante
de Aragón, quién escuchó a Leonardo da Vinci hacer referencia al famoso
retrato. El 10 de octubre de 1517 en el
Castillo de Blois, tuvo lugar el encuentro donde da Vinci les permitió ver tres
pinturas: “La Virgen, Santa Ana y el niño”; “San Juan Bautista” y la “Mona
Lisa”, y les hizo saber que el retrato había sido encargado por el Duque
Guiliano de Medicis, y que se trataba de “una dama florentina desconocida” por
la que el Duque sentía gran aprecio.
Dado que no se trataba de su esposa, Filiberta de Saboya, se instauró un
enorme misterio sobre la identidad de la mujer que ha perdurado por siglos.
La suposición de una
infidelidad por parte del Duque sirve de excusa para que Zapperi, con un tono
de intriga al estilo de “The E true
hollywood story,” le siga la pista a todos los detalles de su vida, (lo que
toma casi la totalidad del libro), para
establecer su razonable hipótesis de que dama en cuestión es Isabella Gualandi,
la fallecida madre del hijo de Guiliano. Al quedar sin piso el enlace entre
Lisa Gherardini y el retrato, como había sido establecido siguiendo las
hipótesis de Vasari, no es posible seguir llamando a este retrato “Mona Lisa”.
Jaime Cerón