En esta publicación se reúnen tres proyectos en los que ha trabajado Pablo Adarme a lo largo de varios años, que son Pinturas y algo mas…, Labores de Amor y Bricolage, que tienen en común el hecho de que han sido sugeridos por prácticas culturales que llevan a cabo varias comunidades con el animo de resolver diferentes tipos de intereses y necesidades. Cada uno de estos proyectos funciona como un conjunto de ideas, procedimientos e inquietudes que se resuelven de maneras diversas y que se basan en distintos medios y formatos, dando origen a un sin número de piezas. Adicionalmente comparten, por su génesis particular, un diálogo crítico con las dimensiones públicas que se le suponen a las prácticas artísticas en nuestra época.
La relación entre el arte y la esfera pública ha tenido diferentes proximidades y distanciamientos durante los últimos años y ha llegado a pensarse como el arte en espacio público tanto como a comprenderse como lo público en el campo del arte. Estas dos ideas parten del supuesto que se trata de dos ámbitos distintos puestos en un mismo escenario, lo que llevaría a pensar si las propias categorías que históricamente han definido la actividad artística no son públicas y si los fundamentos que delinean la esfera de lo público no han sido esbozadas, hasta cierto punto, por el arte.
Dentro de las prácticas artísticas de las últimas cuatro décadas, se han propuesto estrategias de intervención, inserción u ocupación de lugares, instituciones, circuitos ideológicos o campos culturales entre otros, para configurar una relación más nítida entre el arte y lo público. Igualmente se han delineado con más precisión los componentes culturales de la experiencia artística que parecen tener más relación con el ámbito de lo público antes que de lo privado. Es así como ha sido señalado que el significado de una obra determinada ocurre en la superficie, puesto que es proyectado desde afuera, por la relación que permite establecer con estructuras y representaciones sociales que circulan en lo público.
Los proyectos de Pablo Adarme comienzan cuando él presta atención a los procesos sociales de apropiación cultural y a las formas de distinción producidas por ellos, porque son elocuentes respecto a las luchas simbólicas que sustentan la vida diaria de los grupos humanos constitutivos de las ciudades. Por esas razones está aludiendo a la manera como la expresión cultural de estos grupos se produce en el ámbito público con el fin de escenificar sus condiciones materiales de existencia y entablar diversas formas de intercambio.
En Pintura y algo más… presta atención a fenómenos culturales que ocurren en distintas ciudades, consistentes en la intervención pictórica que diferentes personas realizan en los márgenes de la propiedad privada, que comienza por la fachada de las viviendas y se extiende hacia los elementos de amoblamiento urbano, institucionales o no, como andenes, postes, bolardos, bancas de parque o incluso piedras situadas en los ante jardines. Los diferentes patrones de pintura con que se demarcan estos elementos tienen la función de acondicionar contextualmente estos lugares a representaciones culturales que son significativas de las expectativas simbólicas de los mismos grupos que habitan estos barrios. Estas intervenciones involucran una expansión lógica de la categoría de pintura, tal y como se maneja dentro del campo de arte, porque la aproximan a representaciones culturales colectivas y seriales que se interpretan desde el ámbito público. Paradójicamente, la comprensión de la pintura como arte, que implica una dimensión expresiva motivada por una dimensión privada, también es una representación cultural y por lo tanto es serial al punto que miles de artistas funcionan según dicho precepto.
El proyecto Labores de Amor se ubica cerca de los alcances de este proyecto, aunque involucra principios de simulación y estrategias de intervención al trasladar las referencias que encuentra en las fachadas de la casas, hacia otros ámbitos culturales igualmente representativos de las expectativas de sus habitantes.
En Bricolage, un proyecto realizado en colaboración con las artistas Sandra Mayorga y Carolina Salazar, examina otras formas de respuesta de las personas a su propia realidad material que involucra hábiles principios de resignificación y refuncionalización de objetos y materiales residuales de la vida en las ciudades.
Estos proyectos son relevantes de reunir y examinar, porque nos dejan ver de que manera las personas que conforman los diferentes grupos sociales constitutivos de la ciudad, producen signos culturales que movilizan públicamente las disputas simbólicas que implica el hecho de vivir colectivamente. Asumir estos proyectos dentro del campo del arte, nos conduce a reconocer, como dice el artista francés Robert Filliou, que lo interesante del arte es que nos haga ver que la vida es mas interesante que el arte.
Jaime Cerón
Bogotá, octubre de 2007