Sueños en tecnicolor, de Barbarita Cardozo
Texto sobre el proyecto -Sueños en tecnicolor- de Barbarita Cardozo,
desarrollado para el programa Nuevas propuestas 2007 de la Alliance Française, Bogotá.
Año: 2007
Para las prácticas artísticas el siglo XX tuvo un efecto multiplicador en muchos sentidos. No sólo se ampliaron los soportes y medios para producir imágenes, sino que se diversificaron los enfoques y fundamentos subyacentes a cualquier proyecto artístico. También se complejizaron los métodos y sistemas de análisis teórico y crítico de la actividad artística con sus subsecuentes efectos de interpretación en las audiencias. Uno de los principios que mejor refleja la multiplicidad característica del legado del siglo XX dentro del arte, es el collage, puesto que es tanto un procedimiento de trabajo como un mecanismo de yuxtaposición o incluso un recurso de intervención estratégica. En las vanguardias históricas se entendió como una forma de sintaxis que replanteaba el alcance de las convenciones estéticas y promovía la comprensión de la imagen como un significante de la realidad objetiva. En las neovanguardias se utilizó como un sistema de apropiación y resignificación de toda suerte de hechos culturales fuera del ámbito específico del arte. A finales del siglo XX “el principio collage” ha aparecido incluso como sustento de imágenes pictóricas y gráficas que intentan acercarse a los referentes visuales y las materialidades del mundo cotidiano o que han buscado referirse críticamente a prácticas artísticas ya existentes.
Barbarita Cardozo ha explorado diferentes tipos de situaciones culturales en donde los objetos juegan un papel protagónico en relación con distintas experiencias del cuerpo. Le interesa señalar las cadenas de hechos que cruzan esos determinados objetos, desde su manufactura hasta sus usos sociales, para llamar la atención sobre la manera como reflejan expectativas y representaciones culturales. Para esta muestra Barbarita Cardozo retomó algunas de las ideas presentes el proyecto Knock off que relacionaba los accesorios del cuerpo, los objetos decorativos del espacio doméstico y la falsificación de marcas comerciales hegemónicas, con roles de género. Sin embargo en este caso no se enfoca en la producción de objetos, sino directamente en imágenes que responden “al principio collage” para las cuales emplea principalmente cuerinas, cuyas superficies simulan la piel de animales o refieren estampados vegetales o florales. Las imágenes hacen referencia a fotografías publicitarias que promocionan accesorios de vestuario, tales como zapatos y carteras, en ambientes exteriores. El conjunto de piezas expuestas, todas de forma circular, reelabora fragmentos de esas imágenes, intentando aludir a través de ellas a la idea de viaje. La publicidad ha sido ampliamente interpretada como una huida de lo real y muchos autores la conciben como una especie de no-lugar en el cual la realidad histórica o política nunca puede ingresar en virtud del sistema ideológico que la gobierna y que no es otro que el de las mercancías que solo se pueden relacionar entre sí.
Cuando Barbarita Cardozo fragmenta y trasfiere la información de las imágenes fotográficas esquematizadas a los collage realizados con las superficies de cuerina, alude al núcleo convencional del discurso publicitario y lo utiliza para movilizar las ideas de glamour y de sofisticación que asociamos a la cultura europea dominante. Resulta entonces irónico que esta relación entre simulación, viaje, colonización y glamour sea el fundamento del proyecto Sueños en Tecnicolor, que hace parte del ciclo de jóvenes artistas de la Alianza Francesa de Bogotá, porque plantea preguntas acerca de las características y prácticas sociales foráneas que han sido apropiadas localmente como resultado de la colonización cultural.
Jaime Cerón