Un territorio en puntos suspensivos...., arte contemporáneo de Colombia
Museo Diego Rivera, Guanajuato, México
Cermodern, Ankara, Turquía
Santralistanbul, Istanbul, Turquía
2010
Curador: Jaime Cerón
Museografía: Jaime Cerón
Artistas participantes: Pablo Adarme, Gabriel Antolinez, Carlos Bonil, Milena Bonilla, Adriana Bernal, Barbarita Cardozo, Nicolás Consuegra, Adriana Duque, Lorena Espítia. Gonzalo García, Humberto Junca, Miler Lagos, Mateo López, Alejandro Mancera, Víctor Muñoz, Diego Piñeros, María Isabel Rueda, Adriana Salazar, Saúl, Sánchez, Jaime Tarazona, Angélica Teuta, Cesar del Valle, Liliana Sánchez
Paulatinamente, los artistas colombianos han emprendido como una de sus principales tareas, el acercamiento a prácticas sociales difícilmente visibles en una lectura general de la realidad local. En un país como Colombia, cuyo último siglo de historia ha estado marcado por diversos episodios de violencia, las prácticas artísticas han mantenido una relación en cierto grado indirecta, con los acontecimientos que han definido la forma la historia política. Esto no implica que los artistas y en general todas las personas vinculadas con el medio intelectual, no hayan manifestado su desaprobación y rechazo a los fenómenos de violencia, o que no hayan tomado partido frente a ellos concretamente. Aunque algunos artistas hayan abordado el fenómeno de la violencia como fundamento de su trabajo, es mas frecuente encontrar que a la mayor parte de ellos les hay interesado prestar atención a los acontecimientos que configuran los distintos mundos en donde habitan los grupos humanos que constituyen la nación que permean, cada uno a su modo, los efectos de la realidad política y económica.
Las nuevas generaciones han continuado enfocando su atención sobre los efectos colaterales de la compleja realidad política, que en las grandes ciudades solo puede ser aprehendida a través de relatos de segunda o tercera mano. La incertidumbre que rodea la existencia humana en un contexto tan proclive a señalar su fragilidad y fugacidad, conduce a una postura descreída e incluso cínica como patrón ético en los artistas más jóvenes. La duda, la ironía, la burla o la crítica mordaz, son las estrategias con las cuales se defienden de la convencionalidad que rodea la asimilación de los hechos que demarcan el presente. Parece ser que los pormenores de la vida doméstica, inmediata, insignificante e incluso vacía, preserva a los sujetos de enfrentarse a la inquietante bomba de tiempo en que se ha convertido la existencia de las comunidades suburbanas y rurales.
En las grandes ciudades, son otros los conflictos que se experimentan directamente, pero parecen provenir del mismo caldo de cultivo. Como resultado de esta “doble realidad”, los artistas han adoptado como su enemigo todo aquello que tienda a bloquear el enlace efectivo entre la práctica artística y la experiencia cultural. Al poner en cuestión la práctica artística y su incapacidad de insertar la experiencia humana dentro de un ámbito sociocultural, los artistas tienden a ubicarse afuera del dominio visual que le sirve de soporte histórico a su campo. El trabajo de muchos artistas jóvenes llega a confrontarnos por el decidido interés de que su práctica no parezca “Arte”.
La expansión de las fronteras de las prácticas artísticas que ha tenido lugar las décadas recientes en Colombia, va de la mano de la anterior situación e implica no solo una transformación de los procesos y recursos materiales que configuran las obras sino también su manera de relacionarse con el contexto del que emergen.
En el arte colombiano posterior a la década de los sesenta, se han reflejado de distintas maneras los hechos, situaciones y conflictos que caracterizan la experiencia histórica y subjetiva de vivir en Colombia, sin embargo es en el arte producido durante los años recientes donde mas nítidamente se refleja la heterogeneidad cultural que caracteriza dicha experiencia.
La muestra Un territorio en puntos suspensivos… busca poner en dialogo el trabajo de un grupo diverso de artistas colombianos, muchos de ellos jóvenes, que plantean distintas perspectivas y miradas sobre la experiencia cultural de ser colombiano, y que amplifican conceptual y políticamente la noción del territorio en donde ocurre esta experiencia.
El interés de esta exposición es dar a entender la imprecisión de las fronteras culturales, sociales o simbólicas que definen a Colombia y sus prácticas culturales. Reúne artistas que reflexionan sobre Colombia, pero que tienden a confrontar las fronteras imaginarias separan este país de otras realidades geográficas y culturales. Replantean la experiencia de ser colombiano, ampliando conceptual y políticamente la noción del territorio en donde ocurre esta experiencia.
La línea temática sobre la que actúa el proyecto curatorial es la reconfiguración de la noción de territorio, cuando el lugar donde se habita resulta inseparable de la experiencia subjetiva. En ese orden de ideas, tanto la ciudad como el espacio doméstico, pueden configurar una versión a escala de la noción de un territorio simbólico mucho más amplio latente en la configuración geo política de la nación o la imagen socio cultural de un país. El cuerpo o el grupo social en que se inscribe la experiencia subjetivan serian otras versiones adicionales de lo que se entiende por territorio. Todos ellos han sido objeto de procesos de colonización-
El interés del título de la muestra, es dar a entender la imprecisión de las fronteras culturales, sociales o simbólicas que tienden a desdibujarse por diferentes motivos. Por eso el interés central es reunir artistas cuyo trabaje implica una reflexión sobre el lugar desde donde se actúa y que permitan confrontar las fronteras imaginarias que se replantean cuando se incorpora una mirada subjetiva sobre la realidad. Por ese motivo es importante que las obras incluidas provengan de distintos medios y procedimientos, que dejan notar la manera como el arte moviliza representaciones que sirven de base para la propia experiencia social del los artistas, en tanto que sujetos.
Artistas Participantes:
Pablo Adarme
Gabriel Antolinez
Carlos Bonil
Milena Bonilla
Adriana Bernal
Barbarita Cardozo
Nicolás Consuegra
Adriana Duque
Lorena Espítia
Gonzalo García
Humberto Junca
Miler Lagos
Mateo López
Alejandro Mancera
Víctor Muñoz
Diego Piñeros
María Isabel Rueda
Adriana Salazar
Saúl Sánchez
Jaime Tarazona
Angélica Teuta
Cesar del Valle
Liliana Sánchez
Curaduría y diseño museográfico
Jaime Cerón Silva