Viaje sin mapa, en la Casa Republicana



Publicado en: Arteria.
Año: 2006

Hasta poco más de una década, una mirada particular que intentará visibilizar aspectos contingentes, periféricos o locales de la actividad artística establecida, era casi impensable dentro del arte colombiano.  Sin embargo es ese el camino por el que se han aventurado Mercedes Angola y Raul Cristancho con el proyecto curatorial Viaje sin mapa, que lleva como subtítulo Representaciones afro en el arte colombiano contemporáneo. El silencio que se ha mantenido frente a la ausencia de artistas afrodecendientes dentro del campo del arte colombiano o sobre la falta de análisis y reflexiones respecto a esa experiencia histórica de invisibilidad de las comunidades afroamericanas es altamente significativa. Deja ver hasta que punto las políticas dominantes de representación dentro del arte moderno hegemónico dependían de la marginación de las diferencias culturales que constituyen la base social del país. Como lo ha señalado Ernesto Laclau, la hegemonía es el resultado de la imposición en una escala global, de la agenda política de un grupo humano en particular. La paradoja es que durante la modernidad la hegemonía dentro de las prácticas artísticas se consideró como una dimensión universal del arte.

El proyecto curatorial Viaje sin mapa intenta contradecir la estructura simbólica de esa hegemonía al introducir actores y prácticas, aparentemente nuevos, dentro del campo artístico colombiano.  Los relatos y representaciones culturales que proponen los hombres y mujeres afrodescendientes, funcionan como lo “reprimido que retorna” para la noción moderna de arte.  Las particularidades de estas representaciones dejan ver como el espacio trascendental, puro, ahistórico y acultural, que identificó el arte occidental moderno, no era más que una imposición de las aspiraciones de los varones, blancos, heterosexuales y de clase alta que promovieron sus propias aspiraciones sobre el supuesto de que tenían un valor universal.

El proyecto, que cuenta con la participación de 21 artistas, examina las representaciones acerca de la experiencia histórica y cultural que caracteriza las personas afro descendientes, así como indaga en el propio rol de sujetos que asumen ellas y ellos cuando definen los términos para su autorepresentación. Son examinados en su paso del lugar de objetos, al de sujetos de representación.

La poca atención que el tema ha suscitado dentro de la historia del arte, o la historia en general, pudo llegar a convertir a estos sujetos en objetos de representación, lo que hace que sea tan relevante la presencia de contra representaciones dentro de la muestra. Tal es el caso del trabajo de Astrid Liliana Ángulo, quién desde hace varios años ha insistido en contrarrestar el efecto de las representaciones que movilizan formas de dominación y marginación.  En ellas también persisten algunos estereotipos de identificación exotizantes que tienen a convertir en “otros culturales” a estos sujetos, como parte de la marginación. En ese sentido es común encontrarse en comerciales de televisión o en telenovelas, que los roles domésticos son desempeñados por personas -generalmente mujeres- afrodescendientes que actúan como caricaturas culturales. Un obra como Negro Utópico de Ángulo, puede ser muy elocuente en este sentido, dado que resiste estas representaciones al insistir en sus rasgos estructurales, evidenciando la invisibilidad que generan.

Podrían plantearse objeciones respecto al proceso curatorial o museográfico, pero resultarían irrelevantes ante los importantes aportes que el proyecto Viaje sin mapa genera dentro del campo del arte colombiano.


Jaime Cerón

agosto de 2006